domingo, agosto 30, 2009

7.

Larissa...

Mi sobrina Larissa tenía menos de 4 años cuando su bisabuela murió. Hace dos días, le pregunta a su mamá:

- Mamá, ¿es verdad que mi abuelita Rosita, allá donde está, puede hablar con Dios?

Mi hermana, emocionadísima de la sensibilidad espiritual de la chiquilla le dijo: -Sí, mi vida. ¡Claro que puede!

Larissa reflexionó un ratito, finalmente dijo:

-Pero si no se llevó sus dientes, ¿cómo va a hablar?

(Lógica Infantil 101)

2 comentarios:

Jamie Cornell dijo...

A veces (y subrayo 'a veces') es una bendición tener a mano un niño... pero me pregunto si serán tan ingeniosos cuando propios.

Ireri Herrera dijo...

Jajajaja si mis hijos llegaran a ser tan ingeniosos como mis sobrinas, creo que realmente no estaría pensando en tener alguno.