domingo, febrero 14, 2010

22.

Viejas rencillas.

Hoy (ayer. Hora cero), recibí la visita de una vieja enemiga.

No es que la "odie", sino que tenemos diferencias irreconciliables. Me molesta por el simple hecho de "estar".

Me aturde que es complicada. Me choca que es rebuscada. Como esas mujeres que se dicen "misteriosas" con el afán de caer bien al sexo opuesto. Con la intención de llamar su atención.

La pelea radica en que, desde niñas, insistieron en tenernos juntas. Es amiga de la familia. Es más, mi tío le ecribió un libro. Háganme el favor.

A veces, la mayoría de las veces, no la entiendo. Me hace sentir estúpida e inadecuada. Y cuando escucho sobre ella en labios de otra gente, no me siento segura. Prefiero guardar silencio para evitar dar opiniones.

Utiliza palabras rebuscadas, que deberían usarse para algo de más utilidad. ¿Por qué insiste en metáforas y alegorías?

... Lo sé. A lo mejor le tengo envidia. Lo he pensado muchas veces.

(¡Maldita Poesía! ¡Cómo te odio!)

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