¡Qué esperanzas!
Llegar al trabajo y ver un mega ramo de flores en la recepción, siempre ha sido un sentimiento agridulce. Primero, porque no recuerdo alguna vez en que un novio me haya regalado flores así. Segundo, porque se que seguramente a la morra a la que le llegaron, las va a ver y va a suspirar: ¡Ahhh!... Pero no un suspiro así, de emoción. Sino un "ah-otra-vez-me-mandaron-flores".
TV People, have to get to know them.
Pues en esta ocasión llegué y, de nuevo, vi un arreglooototote (algo charro, pero enooorme) en la recepción. Y cuando ya pasaba haciendo esta reflexión de "malditas-viejas-que-tienen-mil-guyes-que-les-manden-flores", me detiene la voz de la "poli" (que cubre a la verdadera recepcionista cuando le da hueva de trabajar y se sale).
"¡LE LLEGO ESTOOOO!"
¡Híjoles! ¡Qué emocion! Me emocioné mil.
En eso, la poli se acerca al arreglototote y yo ya con brazos de "abrazo", cundo saca de abajo un papelito. "Ha de ser la tarjeta". En el papelito, arrancado de libreta decía: "Vecinos de San Jorge piden un reportero porque no tienen luz". Y un teléfono celular.
Era demasiada buena suerte.
En protesta, fui al OXXO y me compré un Ferrero Rocher.
2 comentarios:
¿Estoy perdonado porque todavía no tenías oficina en ese entonces?
En la oficina es un evento cuando llegan flores (somos 25 trabajadores) pero creo que la regla 'chic' es mostrar desinterés.
Hasta hace poco solía protestar yendo a comprar un cigarrito suelto.
JAJAJAJAJAJAJA. Cómo me hiciste reir I.H.
Deja nomás que tenga dinero y yo te mando un corona de flores rete grandota jajaja.
Besos y abrazos agarra-flores.
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