Hago una pequeña aclaración: Soy M-E-X-I-C-A-N-A. Nací en el D.F., crecí en Coatzacoalcos, Veracruz. Mi familia (y créanme cuando digo que es una larga línea familiar) es o de Tierra Blanca, Veracruz; del Puerto, o de Alvarado, Veracruz. Por el otro lado son de Tacubaya. Sí. Y ya.
No. No necesito saber más allá. No me interesa qué español se arrejuntó con qué mujer indígena en algún momento para dar inicio a "mi linaje". Porque como yo, así todos. Somos mestizos y es lo único que necesitamos saber. Y ya.
Y es que, tal vez yo, por ser precisamente lo que soy y venir de donde vengo, no tenga la menor idea de lo que es tener ascendencia española o europea. Desde que tengo uso de razón, somos de Veracruz o de Tacubaya. Mis padres siempre me han enseñado que ESO es más que perfecto.
Perdón, pero es que aquí, en esta P-R-O-V-I-N-C-I-A (con todas sus connotaciones), esa es una referencia obligada para "describirte".
"Hola me llamo Juan" (CORTE A:) "Mi abuelo vino de España sin un quinto en la bolsa. Y gracias a Dios (siempre hay una referencia a Dios), aquí salió adelante"
... O: "Mmm... ¿Tus apellidos de dónde son?" (de mis padres, idiota)
Y esto, aunque en todos lados se ve, parece que aquí es una línea obligada como "a ver cuándo vienes a la casa", "pues échame un fon y nos ponemos de acuerdo". De esas que los mexicanos decimos pero nunca significan nada.
Exacto, mis queridos sin-raíces. No significa nada.